Semana Santa en Madrid. Empezando por Caixa Forum…

Es Semana Santa y mucha gente viajará a Madrid o simplemente permanecerá en la ciudad y aprovechará para una escapada al centro.

Sea la época que sea recomiendo que al menos una mañana se dedique a pasear sin rumbo por el barrio de las Letras de Madrid. Los barrios del centro han ido viviendo una transformación en los últimos años, y este no ha sido distinto.

Con una magnífica oferta gastronómica, cultural y de ocio, en el barrio de las letras se respira cultura y modernidad, rodeada de arte por todas partes tiene una identidad propia que se puede sentir desde que entras. Y hoy entraremos por Caixa Forum.

Fachada de Caixa Forum

Tenía una invitación para ir al teatro a las 5, en la calle Mayor, así que a las 11:30 estaba ya en Atocha, quería aprovechar el día para pasear un poco por el centro de Madrid.

Una vez en Atocha lo dificil es decidir hacia donde tirar, ¡es tanta la oferta!. Pero recordé que Paco Lama de «El biocultural» me había hablado de una exposición en Caixa Forum, «Justicia Alimentaria» con unas magníficas fotografías de Pep Bonet.

Sólo el jardín vertical de Caixa Forum es suficiente como para que valga la pena el paseo hasta allí, es precioso y espectacular, toda una pared llena de plantas diversas, toda la gama de verdes se concentra ahí.

Además de la citada exposición había otra muy llamativa, «Maestros del Caos:. artistas y chamanes».

No dejan hacer fotografías de las exposiciones pero en este caso tampoco importa, la muestra «Maestros del Caos» hay que verla, los diferentes objetos, trajes y montajes  que la componen son excelentes y sorprende que sea una muestra tan diversa y de tantos puntos del planeta, el clima que consiguen crear con el montaje, la iluminación y el sonido hace que una foto no le haga justicia.

Hay objetos procedentes de colecciones antropológicas y etnográficas y otras obras de artistas contemporáneos, todo combinado magistralemente en una muestra muy amena y colorista.

Una curiosa visión del orden y el caos, del equilibrio del Universo.  Hay que perderse por la sala y mirar para todos lados, hasta en el techo hay elementos de la exposición.

«Justicia Alimentaria» se ve más rapidamente, de un vistazo abarcas la sala (las dos salas ya que una parte está en la planta 2 y otra en la entrada), mucho más luminosa. Rapidamente te meten en situación, la ineficiencia e injusticia en el reparto de los alimentos en el mundo. Pero la muestra no va solo de eso, el título de la muestra continúa, «Sembrando Esperanza», y a lo largo de una estupenda colección de fotografías de Pep Bonet y audiovisuales de comunidades de países en desarrollo vemos como con muy poco se puede hacer mucho:

• organizarse para exigir precios más justos;
• construir almacenes que permitan conservar el grano;
• diversificar los cultivos aprovechando variedades locales;
• mejorar las técnicas de riego

Pronto tendrán una nueva exposición por lo que, aunque ya no estén estas cuando visites Madrid no dejes de pasar por este centro. La visita al edificio vale la pena y siempre hay alguna exposición interesante.

Al salir de Caixa Forum inicié un paseo sin rumbo por el Barrio de las Letras. Un barrio que se ha desarrollado ajeno a las grandes franquicias y muy lejos de los centros comerciales. Es un placer pasear sus calles y observar los diferentes negocios, los graffitis, la gente, la vida del lugar.

Coincidió que era domingo y casi todo estaba cerrado, lo que permitió ver las persianas de cierre tuneadas, esto da mucha vida y color al barrio. Y más vale que encargues tu graffiti o te pondrán alguno que quizá no te guste mucho.

La oferta gastronómica es estupenda y muy variada, me paré a tomar un aperitivo en un bar al que ya le había echado el ojo, vadebaco, en la calle del Prado casi en la plaza de Santa Ana, grande y moderno, un lugar ideal para los amantes del vino. El camarero encantador me recomendó un vino tinto de la bodega de uno de los dueños, «Duelistas» – Tierra de Castilla. Muy bueno y estupenda la tapa, ¡qué gran costumbre española!.

Hice la foto del cartel de baño para la colección de una gran amiga «Carteles de baño por el mundo» y seguí mi ruta.

Salí del barrio de las letras para ir a comer a una taberna mexicana «Taquería mi ciudad», 12 metros cuadrados con una carta pequeña con antojos mexicanos riquísimos. Un par de tacos, una quesadilla y una caña y ya había comido.

Y entre unas cosas y otras tenía que ir ya al teatro Arenal, en la calle Mayor, 4. Nunca antes había estado, cierto que hace algunos años era una sala de cine porno, pero hace ya tiempo que se reconviritió a teatro. La sala 2, una sala pequeña pero para el porno no creo que hiciera falta más espacio. Apenas un poco remodelada y, muy importante, los asientos se habían cambiado. «La madre pasota» un divertido monólogo seguido de «Cosas nuestras», desternillante,  dos excelentes actores sobre el escenario, un viaje por las penurias del artista. Y para rematarlo una charla con el público, unas anécdotas y tres chistes para finalizar el espectáculo, la diversión y la cercanía te hacen salir nuevo del teatro y feliz por todo el disfrute que esta excusa te ha permitido vivir.

Y es que la Aventura de Viajar lo mismo está a 5.000 kilómetros de casa que a la vuelta de la esquina. Solo hay que abrir bien los ojos y dejarse sorprender.

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